Alberto Lacasa

Audiovisual, política y más allá

Date archives diciembre 2008

Empresa y vídeo online

sling crea su propio portal online

A la vez que presentaba pindonga tv, hoy Javier explicaba en loogic que esta crisis podría acabar siendo un revulsivo para las webTV’s. Sea así finalmente o no, lo que parece evidente es que no es el único que lo piensa. Y, para la muestra, un botón.

Sling ha creado un nuevo portal de videos, al estilo de joost o hulu, por donde va a distribuir contenidos de alta calidad, es decir, volvemos a los lost de turno que tanta gente quiere ver. Parece que, ahora sí, las grandes productoras de contenidos están entrando a trapo. Confían en el medio o han aceptado que no hay otro camino, que viene a ser lo mismo.

Sling ya era un player importante del sector, ya que contaba con dos productos muy interesantes; el Slingbox y el Slingcatcher. El primero permite distribuir lo que pongas en tu televisión en alta definición a cualquier otro soporte media que tengas vía internet, ya sea un móvil, el pc u otra televisión. Slingcatcher complementa esta solución, permitiendo visualizar cualquier video online en tu aparato de tv. No es el único que está en este mercado; productos como apple tv, vudu o netflix ofrecen soluciones parecidas. Todos ellos, además, te dan la posibilidad de descargar, previo pago, contenido de la red.

Lo interesante en este caso es la conjunción de los dos conceptos; el portal online tipo hulu con el soporte físico que permite ver esos videos en televisión convencional. Como apuesta, me parece que es un valor añadido impresionante y  muy atractivo para el cliente que, al final, tendrá las ventajas propias de los medios tradicionales (calidad de imagen sobre todo) y de internet (lo veo cuando me da la gana).

A todo ello se le ha de sumar que estos aparatos no tienen un modelo de negocio basados en un fee, que te obliga a pasar por caja cada mes, como en canal +, sino que pagas por comprar el aparato en el momento de la adquisición. Estoy seguro que la percepción del cliente va a ser muy favorable a este tipo de transacción, sobre todo en países como en España, donde no hay tradición de pagar por contenidos audiovisuales pero donde sí compramos aparatos que nos permiten consumirlos (como los dvd’s).

Por ahora, y como siempre, estos contenidos sólo pueden verse en USA, así que aquí tendremos que esperar a que alguien se moleste en aclarar el difícil entramado de derechos para poder disfrutar de servicios parecidos. De hecho, ya hay una gente en nuestro país haciendo esfuerzos en esa dirección; pomelo tv.

Está claro que todos estos avances que se están formalizando ahora en pocas semanas o meses, son fruto de mucho trabajo en silencio y de la confianza que, poco a poco, está llegando a los medios tradicionales. La pregunta está dejando de ser cuándo entrarán los grandes para convertirse en cuándo podremos decir que el sector tiene un modelo de negocio validado.

vía: webTVwire

televisión

twin peaks (2); influencias

Para entender twin peaks, como con casi todas las series o películas, es importante entender el contexto en el que se produce. Y, en este caso, los dos motivos más importantes a tener en cuenta son; las series de la época y el propio autor.

En aquel momento, triunfaban dos series que también han sido capaces de quedarse en el imaginario incluso de aquellos que no las vimos apenas; “Santa Bárbara” y “Dallas”. Eran dos culebrones que presentaban a unos personajes que, no sólo se vanagloriaban de ser malos sino que, incluso, resultaban glamurosos. Vivían envueltos en riqueza, en el american dream al que aspiramos casi sin darnos cuenta.

Siempre digo que David Lynch, junto con Tarantino, son las dos mayores recicladoras de mierda. Y me explico. Sus influencias tienden a ser subproductos de serie b, la mayoría aborrecibles desde el minuto 1. Y, en cambio, consiguen convertirlo en algo interesante y atractivo. Al menos para mí 😉

En este caso, Lynch juega a la contraposición. Toma la idea de poner a la serie el nombre de una ciudad, pero la convierte en una antiutopía, en un lugar siniestro. Donde había viñedos, coloca chimeneas humeantes. Donde había ricos, coloca a estridentes personajes. Donde había luz, aparecen tinieblas. Donde había música “triunfal”, escuchamos música inquietante. Como muestra, os paso las caretas de las 3 series para que comparéis;

Por otro lado, hay un aspecto muy interesante en la segunda temporada. Los que no la hayáis visto, ojo porque voy a contar cosas. Y vaya por delante que no he acabado de ver la serie, así que cuidado con lo que me ponéis 😛

Si os fijáis, en la segunda temporada, el asesinato de Laura Palmer actúa como un selluelo para luego entrar en el tema que de verdad parece interesarle a Lynch; los ovnis o espíritus o lo que demonios sea. En el capítulo 7 descubrimos al asesino y en el 8 muere, por cierto, en uno de los momentos más increíbles. Pero ojo, porque durante esos primeros capítulos plantea las bases de lo que viene detrás. Este concepto, el de hacer seguir al espectador un elemento de escasa relevancia, lo “inventó” uno de los más grandes genios; Alfred Hitchcock. Es lo que llamó Mcguffin. Hay una película de Hitchcock donde lo utiliza de una forma similar a esta, descubriendo al espectador que la importancia está en otro lugar a media película; “psicosis”.  Cuando empieza la historia, pensamos que nos cuenta cómo una joven escapa de la policía después de robar una maleta llena de dinero (este es el mcguffin). A media película la matan y descubrimos que lo realmente imporante es el hostal y sus “inquilinos”!!!

Por otro lado, uno de los momentos sobresalientes, como me dijo David, es el momento en el que se conoce al asesino. Allí se produce un juego muy interesante, mostrando indistintamente al “espíritu” que controla la voluntad del padre de Laura, y al padre mismo. ¿Os recuerda a una película? Si! Al final de “psicosis”!! Curioso puente, ¿no os parece?

Junto con este momento de cambio (alrededor del 8), que también se produce de alguna manera en la primera temporada en el capítulo 3 y el entierro de Laura, no sólo hay un cambio en el tema central de la serie, sino en casi todas las tramas, que pasan de mal a peor. Y llama la atención porque en muchas de ellas se produce aquello que los personajes deseaban. Y acaba por convertirse en una pesadilla. El caso paradigmático es el del dueño de la gasolinera, casado con una maniacodepresiva, y enamorado de la camarera de la cafetería. Como espectador, llegas a pensar que, a poco que su mujer fuera algo positiva, él lo llevaría mejor. Y, efectivamente, el cambio se produce. Y se convierte en una adolescente fogosa que es mucho peor que la anterior.

El planteamiento me encanta, aunque he de decir que los últimos capítulos que he visto, tras la solución del caso, no me parecen tan buenos (voy por el 15). Ya os contaré qué me parece lo que queda y la película. Eso sí, “fire walk with me” por siempre más.